El fenómeno de la visión permite al adulto desempeñar diferentes roles de la vida cotidiana como: el estudio, el trabajo, la diversión y la realización de hobbies y múltiples actividades propias del ser humano. Por tanto, cuidar y preservar la salud de la visión y de las estructuras que componen el globo ocular son necesarias para garantizar el desarrollo de las personas y el fomento de su calidad de vida. Es por eso que, como resultado de nuestra atención visual y ocular, se obtienen tanto diagnósticos como pronóstico y/o remisiones a las diferentes especialidades si así lo amerita. Generalmente se prescriben anteojos, lentes de contacto, medicamentos tópicos oculares y/o tratamientos procedimentales o terapéuticos que permitan garantizar a nuestros adultos ver el mundo y sus paisajes sin alteraciones y preocupación.