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Un problema de salud mental es señal de debilidad, si la persona fuera más fuerte, no tendría ese problema”. Este es uno de los mitos más frecuentes que seguro escuchamos a diario, pero la realidad es que cualquier persona puede desarrollar un problema de salud mental, no tiene que ver con debilidad o fortaleza, sucede por diversas razones y reconocer que se necesita ayuda, es de valientes.
De acuerdo con la Organización Mundial de la salud, la salud mental es un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades. Puede afrontar tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de hacer una contribución a la comunidad, no es solamente la ausencia de enfermedad. Con base en esta definición y para apropiarnos más del tema, es indispensable marcar la diferencia entre un problema mental y un trastorno mental, esto nos permitirá comprender, cuidar y respetar de manera adecuada la salud mental.
Un problema mental hace referencia a un cambio en nuestra manera de pensar, sentir y actuar por diferentes razones. Se puede experimentar llanto, insomnio, ansiedad, tristeza u otro síntoma que cause malestar, pero esto no afecta nuestra actividad cotidiana. Un problema mental es temporal y se puede presentar en cualquier momento, lo importante es reconocer las estrategias propias de afrontamiento y cuando éstas no sean suficientes pedir ayuda familiar, social o profesional.
Por el contrario, un trastorno mental, es una alteración clínicamente significativa del pensamiento, sentimiento y comportamiento que provoca un deterioro en la vida social, laboral, familiar y demás áreas de ajuste de la persona y es completamente necesario acudir a un profesional de salud mental que evalúe los síntomas, el tiempo de duración y factores asociados a la enfermedad.
Comprendiendo este contexto, el arte de cuidar la salud mental es un reto diario que favorece completamente el bienestar integral. Para lograrlo puedes seguir estas importantes indicaciones:
- Cuida tu salud física: hazte chequeos médicos anuales, practica ejercicio, mantén una alimentación saludable y duerme lo necesario.
- Cuida tus emociones: reconoce, acepta y valida lo que sientes como parte de tu naturaleza humana. Explora el mensaje que te regala cada una de ellas, todas son importantes.
- Cuida tus relaciones: conecta con los demás agradeciendo, apoyando y permitiendo espacios de diálogo frecuentes.
- Cuida tu presente: disfruta la experiencia de cada momento tal como se sucede.
- Cuida de ti: si tus recursos personales no son suficientes para resolver la situación pide ayuda. Te sentirás más humano, más acompañado y más responsable de ti mismo.
Recuerda que el cuerpo y la mente logran equilibrio cuando se crean rutinas saludables.
Si quieres seguir cuidando tu salud mental, en el Servicio de Orientación y Consejería Psicológica, te apoyamos para que así sea, puedes encontrarnos en:
Sede Candelaria: Servicio Médico ubicado en el cuarto piso.
Sede Chapinero: Dirección de Bienestar Universitario ubicado en el primer piso de la Casa Blanca.
Sede Norte: Edificio San Benildo ubicado en el segundo piso.
O a través del correo orientacion@unisalle.edu.co