Universidad de la Salle

Los videojuegos son parte del mundo del entretenimiento para todas las edades, pero en su historia no habían podido tener tanta relevancia como la que tienen en este momento. Podríamos decir que esta clase de juegos lograron encantar al mundo y hoy Colombia hace parte de esos países que se posicionan en la industria. Jairo Alberto Galindo, docente de la Maestría en Diseño y Gestión de escenarios virtuales de aprendizaje  nos habla sobre el tema.

“En materia de videojuegos Colombia ha logrado posicionarse por dos razones, la primera: el talento y la calidad humana que hacen parte de sus equipos de trabajo, y la segunda por la combinación de dos factores: su carácter empático propio de la cultura latinoamericana y el emprendimiento que ha sido cultivado en medio de la era de las consolas, los dispositivos y el llamado ocio productivo”. Los jóvenes de hace algunos años hallaban a pocas cuadras de su casa o colegio el grupo de amigos con el que salían a jugar desde el cinco-huecos, tapita, o tintin corre-corre, hasta Mortal Kombat, Pong, Donkey Kong o el de todos los tiempos Super Mario Bros/ Kart. Pues bien, quienes ahora son reconocidos como “adultos-contemporáneos” invierten parte de su tiempo y su dinero en equipos, dispositivos y rutas para poder seguir construyendo alrededor de esa afición. Para algunos, ver a sus padres con esa fascinación (o los padres mismos) han promovido por prohibición o por ósmosis la creación de comunidades y grupos que ahora hacen parte de este universo, de este movimiento”, comenta Jairo Galindo.

La pandemia promovió, propuso y facilitó que los videojuegos fueran un medio de comunicación, entretenimiento y disfrute en el encierro. Usuarios de todas las edades participaron de videojuegos como Among Us y World of Warcraft buscando crear nuevos lazos. Este tipo de entretenimiento cubrir la necesidad del ser humano de socializar, de proponerse retos, de contrarrestar los niveles de cortisol en su cerebro con la invocada dosis de químicos como la dopamina, la oxitocina.

Afirma también el profesor que, “en la Universidad de La Salle, no solo en la Maestría de la que hago parte, se adelantan investigaciones aplicadas y se actualiza la didáctica con estrategias y técnicas adaptadas de los videojuegos (gamificación, ludificación). Así, no solo participamos de la ola en el avance de este campo en materia de entretenimiento, sino que la apropiamos e incorporamos en nuestras prácticas educativas; esto por medio de espacios electivos y como parte de las estrategias docentes que hacen parte de muchas asignaturas en todas las Facultades, particularmente en la de Ciencias de la Educación”.

Finalmente, en cuanto al factor económico, agrega el profesor Galindo, que, no ha sido impedimento para que miles de usuarios se aboquen al uso de videojuegos ni aplicaciones en línea”, pues, a pesar de que Colombia no es un país que se caracterice por tener una infraestructura y dotación de recursos a la escala de otros países que han sacado provecho, “las plataformas se han encargado de que paguemos con nuestro tiempo de dedicación, con los datos que entregamos a la plataforma o al videojuego por jugar. Pagamos con nuestra atención a esos segundos de publicidad”.

En 2021 se realizó una investigación sobre el ""Uso de material didáctico en Instagram©: caracterización de la aplicación de una estrategia de enseñanza enfocada en la habilidad escrita de los estudiantes del nivel B1 en una academia de lenguas de la ciudad de Bogotá D.C."" en la Maestría en Didáctica de Lenguas principalmente se buscó evidenciar que Instagram es una herramienta que tiene el potencial de ser un espacio de práctica complementaria y no solo de la habilidad escrita sino también de la oralidad.