Si bien la actividad volcánica es natural, en el intento por responder de manera adecuada y generar un sistema de alertas, se estableció que el mayor riesgo está dado por el paso del color naranja al rojo. Mientras la mayoría de los compatriotas, incluyendo un buen número de autoridades locales, se encontraban disfrutando de la Semana Santa o las vacaciones que esta representa, los medios de comunicación daban cuenta de la actividad sísmica e inestabilidad del volcán Nevado del Ruíz que continúa en alerta naranja. Para los habitantes cercanos ver columnas de gas y ceniza de diferentes alturas resulta familiar, así como recordar la tragedia que vivió el municipio de Armero en noviembre de 1985.