Después de tres años de formación en el corazón del campo, los estudiantes de Utopía se preparan para regresar a sus territorios de origen, culminando una etapa profundamente transformadora en su proceso educativo.
La Cena Utopía se celebró como un acto simbólico de gratitud, despedida y esperanza. Este espacio reconoció el compromiso, la resiliencia y el sueño compartido de construir un mejor futuro desde la ruralidad. Fue también un momento de celebración: por primera vez, se despide la cohorte de Ingenieros Agropecuarios que completó su formación en la sede Utopía. Además, en este encuentro también participaron los estudiantes de la décima segunda cohorte de Ingeniería Agronómica, quienes, como los Ingenieros Agropecuarios, han vivido este proceso educativo con la misma convicción y dedicación. Ahora, estos jóvenes vivirán inmersos en sus comunidades, aplicando los conocimientos adquiridos para transformar sus regiones
Durante el evento, se evocó el origen de este sueño educativo y se rindió homenaje a quienes han creído firmemente en la ruralidad como camino de transformación para Colombia.
“Como Universidad decidimos y creímos en ustedes”, expresó con emoción el Hno. Niky Alexander Murcia, al recordar que este grupo inició su camino en medio de las dificultades de la pandemia y bajo un contexto económico retador. “Cualquiera nos habría dicho: no lo hagan. Pero apostamos por ustedes”, agregó, resaltando la convicción institucional que ha sostenido el proyecto Utopía a lo largo de los años.
A su vez, el director de Utopía, Juan David Corrales, destacó que este encuentro no solo es una despedida, sino un reconocimiento colectivo:
“Utopía es un compromiso real con la paz y la transformación rural. Nada de esto sería posible sin ustedes”, afirmó, agradeciendo de manera especial a los Hermanos de La Salle, al equipo de la rectoría, las vicerrectorías, decanaturas y unidades administrativas, así como a las áreas de Filantropía y Secretaría General, que han sostenido con compromiso este proyecto educativo pionero en el país.
La cena fue también una oportunidad para estrechar lazos, recordar historias compartidas y ratificar que el espíritu de Utopía sigue vivo en cada estudiante que retorna a su territorio con la firme convicción de sembrar futuro desde el conocimiento, la ética y el compromiso social.