Desde el Observatorio Colombiano de Salud y Bienestar Animal (OCSBA), creemos firmemente en la importancia de visibilizar las voces y las acciones que están marcando la diferencia en el ámbito del bienestar animal en Colombia y el mundo. En el marco del Encuentro Nacional de Actores por la Protección y el Bienestar Animal, organizado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y realizado el 28 de octubre de 2024 durante la COP16 en Cali, tuvimos la oportunidad de conversar con la senadora Esmeralda Hernández, una figura clave en la defensa de los animales y el medio ambiente en nuestro país.
En esta conversación exclusiva con la senadora exploramos los principales retos y avances en la construcción del Sistema Nacional de Protección y Bienestar Animal, una iniciativa crucial para articular políticas que promuevan la protección y el bienestar de los animales en Colombia. Además, dialogamos sobre temas de relevancia global, como el impacto ambiental de la ganadería extensiva, el combate al tráfico ilegal de fauna y los avances alcanzados en la COP16, donde se discuten soluciones frente a la crisis climática y de biodiversidad.
La senadora también comparte los logros legislativos de su primer periodo, así como los proyectos de ley en curso que buscan transformar la relación entre la sociedad, los animales y el medio ambiente. Su compromiso y visión destacan la importancia de trabajar por un futuro más sostenible, donde el bienestar animal sea un eje central de las políticas públicas en el país.
¿Cuáles consideras que son los principales desafíos o retrasos en la implementación del Sistema Nacional de Protección y Bienestar Animal en Colombia?
Yo creo que ha habido avances importantes, y es que ya en el Plan Nacional de Desarrollo, por lo menos, se contempla la creación de un Sistema, cosa que no había estado antes. Eso se hace en este gobierno, lo que me parece muy importante. Lo que también he dicho públicamente aquí es que, así sea de la bancada del gobierno, uno debe tener autocrítica. Creo que el proceso va muy lento al interior del Ministerio. Ha sido difícil articular con los otros ministerios y con las entidades territoriales, que juegan un papel fundamental en la articulación del Sistema Nacional. Ya llevamos año y medio desde que se expidió el Plan de Desarrollo, y no tenemos el decreto, la resolución o el acto administrativo que formalice el Sistema. Eso me parece preocupante.
La política, igualmente, sale con Iván Duque: un documento que realmente es mediocre, un documento que no fue sancionado, un documento que no fue construido por la ciudadanía. Se ha hecho una tarea interesante durante este gobierno; prueba de ello justamente hoy es este encuentro donde se recogen visiones, inquietudes y propuestas de la gente. Pero tampoco podemos permitir que se nos vayan los cuatro años haciendo un documento. Llevamos dos años y medio construyendo un documento que tiene que salir, y mi llamado al Ministerio de Ambiente, junto con el de Agricultura —porque ellos son los dos que van a liderar el tema—, es que saquen el Sistema Nacional y la Política Pública, que está en cabeza del Ministerio de Ambiente. Porque sin política no podemos implementar, y no podemos permitir que se nos vayan los cuatro años sin, por lo menos, tener un año de implementación.
¿Cuáles son tus metas y propósitos en la COP16?
Yo tenía una preocupación, y es que, al ver todos los borradores de las declaraciones parlamentarias, de las declaraciones de gobierno de los países y demás, no existía la palabra "animales". Es decir, no se reconocen. Se habla de la crisis de la biodiversidad, del cambio climático, de la crisis de los ecosistemas, pero es como si los animales, como individuos y como especies, no existieran. Entonces tenemos que poner los temas sobre la mesa.
Yo he hablado de dos temas que, para mí, son críticos. El primero tiene que ver con la ganadería extensiva, que arrasa con ecosistemas enteros, que es la principal causa de la deforestación en la Amazonía, que es un sistema masivo de explotación animal y que, además, tiene un impacto enorme en la emisión de gases de efecto invernadero. En la COP16 ha pasado desapercibido, como si no pudiera hablarse del tema. Es un tema que yo he venido hablando y posicionando, abriendo el debate en todos los espacios, y espero que en los acuerdos y en la negociación final, por lo menos, haya un compromiso serio que pueda regular, controlar o frenar todo el impacto perverso que ha tenido la ganadería extensiva.
Segundo, el tráfico ilegal de animales. Es un tema que ya, como lo he dicho también, es un delito que constituye uno de los negocios ilegales más rentables en el mundo, después de la trata de personas y el narcotráfico. Colombia no había puesto el ojo al tema. Yo creo que tiene que articularse una estrategia. Es otro tema que está pendiente por parte del Ministerio. Yo soy autora del artículo en el Plan de Desarrollo que crea una Estrategia Nacional para combatir el tráfico ilegal, y hasta la fecha no ha salido la Estrategia. Ya tenemos un logro: hice cuatro proposiciones en el marco del Foro Interparlamentario, y ya logramos que haya un compromiso de todos los países que suscribieron la declaración de combatir el tráfico ilegal de animales.
Tenemos otras tantas que tienen que ver con el tema de humedales, con el tema del agua y con la inclusión de las comunidades indígenas en toda la gestión de la biodiversidad.
Como país, ¿qué crees que hemos logrado en la COP16 hasta ahora?
Bueno, yo creo que varias cosas. Primero, que Colombia tenga una visibilidad mundial. La capacidad organizativa, logística, y el diálogo con las comunidades nacionales, territoriales e internacionales ha sido un tema que hay que destacar. El nivel de organización como país ha sido maravilloso. Los espacios de diálogo son diversos, variados y nutridos. Hay más de mil eventos donde la ciudadanía está aportando, cruzándose datos de contactos y haciendo sinergias con otros países. Eso me parece muy importante.
En la zona azul, que es donde hacen las negociaciones los gobiernos, creo que en este momento hay pujas importantes. Ahí tendremos que ver qué resulta. Yo espero que haya un compromiso, primero, para cuidar la Amazonía —que es el pulmón del mundo—, y, segundo, un reconocimiento del impacto que ha tenido la huella del ser humano en los ecosistemas. Debemos intentar no revertirlo —porque creo que ya es muy difícil—, pero sí contenerlo en todo lo que se viene a futuro.
¿Cuáles proyectos de ley de tu autoría están en curso en asuntos relacionados con los animales, los ecosistemas o el ambiente?
Pues bueno, el primero que logramos —este es mi primer período— fue sacar el proyecto de mi autoría para la prohibición de las corridas de toros en Colombia. Este es un primer gran triunfo. Tenemos en camino siete proyectos de ley. Los que están más avanzados en este momento son:
- La Ley de Humedales, que ya va para el tercer debate, es decir, quedaría a un solo debate de convertirse en ley de la República.
- Un proyecto de ley que busca incluir a los animales en el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, es decir, para que, cuando haya terremotos, inundaciones o deslizamientos, los animales también sean tenidos en cuenta como víctimas de esas emergencias y puedan ser atendidos, evacuados o rescatados junto con sus familias.
- Un proyecto de ley que busca la prohibición de inversión de recursos públicos para eventos con pólvora, teniendo en cuenta lo nocivo que es la pólvora en el ambiente, en el agua, para los animales y las personas con ciertas enfermedades.
- Un proyecto de ley para regular la venta de animales, es decir, para prohibir que se les corten las orejas o la cola, que sean mutilados, que se vendan en jaulas, que haya reproducción masiva o abandono. También promueve la esterilización y vacunación, fomentando la tenencia responsable.
- Un proyecto de ley para mejorar las condiciones de los animales sacrificados en mataderos, que también ya está en plenaria del Senado.
- Soy autora del proyecto para prohibir el uso del glifosato en cultivos ilícitos.
- Soy ponente coordinadora del proyecto de ley que prohíbe el fracking en Colombia.