El evento “Alianzas que transforman: la Biología como impulso para la innovación y el desarrollo del país”, se llevó a cabo con el objetivo de promover la articulación de la Biología como disciplina clave en campos de acción tradicionales y emergentes, favoreciendo la innovación, la interdisciplinariedad y su proyección hacia los nuevos desafíos científicos y sociales.
El encuentro, organizado por el Programa de Biología, la Maestría en Ciencias – Biología y el Consejo Profesional de Biología (CPBiol), contó con la participación de docentes, estudiantes y egresados, así como de invitados externos de instituciones como el CIAT, la CAR Cundinamarca, Live Systems Technology y la Fundación para la Investigación Traslacional Manuel Elkin Patarroyo.
Bajo la metodología 'World Café', los asistentes tuvieron la oportunidad de discutir temas de relevancia como la innovación en campos tradicionales y emergentes, la interdisciplinariedad, los desafíos científico-sociales y la sostenibilidad de las alianzas en el tiempo.
En el marco del evento, se destacó la importancia de la Biología como una disciplina estratégica para enfrentar retos actuales como el cambio climático, la seguridad alimentaria y la salud pública.
Asimismo, se resaltó que campos emergentes como la bioeconomía, la biotecnología, la biorremediación y el ecoturismo sostenible ofrecen oportunidades para el uso responsable de la biodiversidad en beneficio de las comunidades y del país. Sin embargo, se señaló la necesidad de superar barreras como la limitada articulación con otras áreas del conocimiento y el fortalecimiento de la apropiación social del conocimiento.
Adicionalmente, se subrayó la importancia de que los profesionales en Biología adquieran competencias transversales en gestión de proyectos, gobernanza territorial, formulación de planes de negocio y uso de herramientas digitales —como la inteligencia artificial—, con el fin de generar impacto social y ambiental y responder a las necesidades reales del país.
Finalmente, se concluyó que la construcción de alianzas sólidas entre la academia, las empresas y las comunidades, basadas en la confianza y la comunicación continua, permitirá desarrollar soluciones biológicamente viables y socialmente justas, posicionando el quehacer del biólogo en escenarios productivos y de desarrollo sostenible.